Una de las aplicaciones más icónicas y utilizadas en la historia de Microsoft tiene un origen que pocos podríamos haber podido imaginado. Y es que el Solitario de Windows, ese que nos ha matado el tiempo tantas veces, fue programado por un becario de 20 años que nunca recibió ni un céntimo por su creación.
Wes Cherry era estudiante universitario cuando llegó a Microsoft como becario en el verano de 1988. Durante su estancia en la compañía, entre las tareas asignadas y los momentos de calma, decidió crear algo para entretenerse. "Se me ocurrió la idea de escribir el Solitario para Windows por puro aburrimiento", explicaba Cherry. "No había muchos juegos en aquel momento, así que teníamos que crearlos nosotros".
Un proyecto nacido del aburrimiento
La inspiración le llegó de una versión similar que había jugado en Mac en lugar de estudiar para los exámenes finales en la universidad. Quería tener su propia versión para Windows, así que se puso manos a la obra programándolo en su tiempo libre para Windows 2.1.

Crear el juego no fue tarea sencilla con la tecnología de finales de los años 80. Cherry recuerda que "lo único ligeramente interesante son las optimizaciones que hice para conseguir que el arrastre de cartas funcionase con fluidez". En aquella época, conseguir que un píxel apareciese en el buffer EGA requería "sacar un martillo y un cincel y picar el silicio durante una eternidad".
La programación orientada a objetos era algo novedoso y no existía un compilador de C++ disponible para Windows, por lo que Cherry tuvo que crear "una arquitectura de paso de mensajes un poco ridícula para conseguir polimorfismo y herencia".
De servidor interno a fenómeno mundial
El juego inicialmente acabó en un servidor interno de Microsoft llamado "Bogus Software", donde varios programadores compartían sus creaciones mientras aprendían sobre la API de Windows. Un jefe de producto del equipo de Windows lo vio y decidió incluirlo en Windows 3.0, que se lanzaría en 1990.
Cuando Microsoft le comunicó la decisión, le dejaron claro que no le pagarían nada más allá de proporcionarle un IBM XT para corregir algunos errores durante el curso escolar. Cherry aceptó sin problemas: "Estaba perfectamente de acuerdo entonces y lo sigo estando hoy en día".
El propio Bill Gates dio su visto bueno al juego, aunque no sin críticas. Según Cherry, "la mayor queja de Gates era que el Solitario era demasiado difícil de ganar". Microsoft justificó oficialmente la inclusión del juego diciendo que serviría para enseñar a la gente a usar el ratón, pero en realidad "era simplemente algo con lo que divertirse".
Cherry incluso había programado una "tecla del jefe" especial que mostraría una hoja de cálculo falsa para empleados que quisieran disimular mientras jugaban en el trabajo, pero Microsoft rechazó esta función.
A pesar del éxito masivo del Solitario, convertido en una de las aplicaciones más utilizadas de la historia de Windows, Cherry nunca recibió compensación económica alguna. Como curiosidad, algunas personas le han enviado "un penique" como broma a lo largo de los años. "Creo que ya llevo unos 8 céntimos", bromea.

Para otro juego que creó posteriormente, Pipe Dream, sí recibió algunos miles de dólares en acciones de Microsoft cuando fue incluido en uno de los paquetes de entretenimiento de la compañía.
Wes Cherry explicaba en su momento que se había alejado del mundo de la programación para dedicarse a producir sidra en la isla Vashon, cerca de Seattle, donde regenta Dragon's Head Cider. "Ya no programo mucho, solo un poco en C/C++ para controladores embebidos de diversos equipos de fabricación de sidra", explica. Esperemos que, aunque no haya obtenido compensación por haber desarrollado el Solitario, al menos disfrute de una vida tranquila tras haber aportado su granito de arena a la sociedad eliminando el aburrimiento de los usuarios de Windows.
Imagen de portada | Microsoft
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